Los perros se parecen a sus dueños… más de lo que se creía.
Estos datos, aunados a experimentos realizados en Inglaterra, Japón, Venezuela y Estados Unidos que comprueban que es posible determinar mediante fotografías qué perro pertenece a cuál dueño, fortalecen la teoría de que las personas eligen a un perro en el cual se ven reflejados a sí mismos. Ellos encontraron que la gente que prefiere a los perros tiende a ser más extrovertida, relajada, un poco reacia a tener nuevas experiencias y de mente cerrada.
En cambio, quienes prefieren gatos son introvertidos, ansiosos, abiertos a nuevas experiencias y más impulsivos. Tomar todo esto en cuenta te puede servir para entender mejor a quienes te rodean, o incluso para analizarte a ti mismo.