El escarabajo tigre australiano (Cicindela hudsoni) se mueve a la impresionante velocidad de 2.5 metros por segundo. Este insecto mide solo 20 milímetros de largo, se desplaza a 125 cuerpos por segundo (125 veces 2 centímetros en un segundo). Esto equivale a que un humano de 1,8m corriera a 810 kilómetros por hora, la velocidad de un jet comercial.
Debido a la gran velocidad de desplazamiento, sus ojos no son capaces de recibir la cantidad de fotones necesarios para enfocar la presa, por lo que no pueden ver prácticamente nada mientras se desplazan a esa velocidades, y deben hacer pausas constantes. Son unos activos depredadores diurnos. Y evidentemente las presas lo tienen muy difícil para escapar.
Era de esperarse, imagínense ir a tan increíble velocidad y ademas poder ver normal, ya sería mucho.