Todos los animales tienen una utilidad y hay que aprender a respetarlos. Las arañas tienen una importancia vital para el medio ambiente. Las arañas cumplen un papel esencial para el mantenimiento del equilibrio natural, ya que son unas voraces depredadoras dentro de la escala en la que se mueven. Se comen a muchos otros insectos, más pequeños, y que podrían convertirse en verdaderas plagas si no cayeran en las redes para servir de comida a los arácnidos.
Los investigadores han estudiado si las arañas son más tolerantes a los impactos del ser humano realizaron un minucioso análisis de 173 referencias científicas publicadas desde 1980 y han concluido que las arañas sufren las consecuencias de la transformación del paisaje tanto como cualquier otro animal.
Otro de los beneficios que pueden producir las arañas es la regeneración de los bosques. Incluso, tras un incendio, aunque las especies autóctonas mueran por el fuego, enseguida hay otras arañas que acuden al bosque quemado y que comienzan a “trabajar” para su regeneración. De hecho, lo primero que encontraron los exploradores después de la devastadora explosión del volcán Krakatoa, en 1883, fue una araña.
Si te cruzas en tu camino con una araña, no la mates. Puede hacer mucho trabajo que probablemente tu no haras.